Escracheo a un agresor de Sao Paulo
Colectivas feministas autonomas de são paulo hicimos el miercoles, 30.03.11, un escracho en un agresor machista que seguia en un movimiento social de sao paulo como se nada fuera mismo despues que la mujer lo conto a tod*s. Hay ya acosos a las compas que lo han hecho y declaraciones de apoyo al agresor por parte de este mismo movimiento. Por lo tanto la red formada por las colectivas pide apoyo para la difusion de la informacion abajo. Molaria mucho que los colectivos que tienen las ganas
escriban una carta de apoyo. tambien se esta montando una bloga para recolectar info y materialies para que la gente pueda leer y reflexionar acerca de la violencia machista en los movimientos sociales y las aciones directas de autodefesnsa.
la direccion de mail es anexo@riseup.net
http://feministascontraoaumento.noblogs.org
En el blog podéis encontrar la carta de la acción en portugués y un video de la acción.
Sororidad feminista siempre!
Por un mundo con transporte libre y sin violencia machista
Aquí podéis leer la historia completa…
Nosotras estamos acá hoy para hablar de un tema que nos ha afectado mucho en los últimos meses de lucha contra el aumento del precio del billete: la presencia de un agresor de mujeres en el centro de las movilizaciones.
Hace como 6 meses un militante del “movimento passe livre” de São Paulo amenazó de muerte, acosó, agredió verbalmente, insultó y limitó el espacio físico de una compañera de movimientos sociales autónomos de la ciudad. Y esta no fue la primera vez. Desde que la agresión fue publicizada por ella, otras dos mujeres que se relacionaran con el agresor relataron situaciones semejantes. El agresor hay que llamarle por su nombre: Xavier (Rafael Pacchiega).
Hicimos esta denuncia porque el agresor permanece en los mismos espacios políticos como se nada fuera o si como lo que paso no tuviera importancia política alguna. Que las agresiones hecha contra las mujeres sean percebidas como algo poco importante no nos sorprende. Los movimientos sociales tienen mucha dificultad de enfrentar colectivamente y públicamente las violencias machistas que pasan en su medio. É raro ver como las bocas de los que siempre defienden que todo és colectivo o que
así debería ser, en esos momentos se quedan calladas por un extraño pudor. Insisten en abordar esas cuestiones como algo menor frente a las “luchas prioritarias” o como algo personal que hay que resolver en el privado.
Privado ni pensar! Las relaciones personales entre hombres y mujeres son la encarnación concreta del héteropatriarcado, una estructura hístoricamente desigual de opressíon que es anterior a la existencia del capitalismo y del precio del transporte. Un ejemplo banal (o banal para nada) de lo que estamos hablando: porque estar indignad*s para con una agresión policial pero callar y por consecuencia encubrir la violencia ejercida contra las mujeres? la integridad de los cuerpos de las mujeres no es importante? los cuerpos de las mujeres tienen menos valor que los otros? o solo importan cuando están mezclados en la masa de las “luchas prioritarias” y son invisibilizados en su condición especificas de mujeres?
Algunos pueden pensar y decir que nuestra acción desvia la atención del centro principal del movimiento para cosas menos importantes, debilitando la lucha, que somos demasiado radicales, que estamos “demonizando” alguien que se ha equivocado? alguien llegara a decir que somos locas, histericas y un poco agresivas. La denuncia que hacemos en este momento es parte de la reacción al abuso perpetrado y se constituye como una acción directa de autodefensa feminista. Queremos denunciar la existencia de ese tipo de abuso y garantizar que los movimientos sociales no sean espacios de agresión, miedo y opresión a nos mujeres y sin espacios de intercambio, de
establecimiento de relaciones de confianza, solidaridad y empoderamiento de todas y todos nosotr*s. Y esto debe ser una tarea asumida colectivamente. Mientras tanto, repetidas veces, esos mismos movimientos que se ponen como antagonistas de todas las opresiones se vuelven en contra de quien denuncia la violencia escapando de la discusión.
No somos las primeras y no seremos las últimas a ser violadas, agredidas, amenazadas, silenciadas, invisibilizadas, por militantes de los movimientos sociales. Pero también no somos las primeras y no seremos las últimas a denunciar públicamente lo acontecido. Estamos hartas de dividir espacios con misóginos que gustan perseguir repetidas veces las mujeres y después limpiarse la cara diciendo que estaban locos, con la ayuda cúmplice de los que los defienden.
Rede de coletivas feministas autonômas contra o aumento