Daniel Ortega, declarado “non grato” por feministas.
El grupo de Mujeres por la Paz planifica una serie de protestas para el 25 de agosto
La principal organización feminista del país rechazó el lunes la visita del presidente nicaragüense Daniel Ortega a Honduras el 25 de agosto debido a las denuncias de abuso sexual de su hijastra.
“Si Ortega tiene un poco de vergüenza no debe venir porque ha sido denunciado internacionalmente como un abusador de la hija de su esposa (Rosario Murillo)”, dijo la presidenta del Movimiento de Mujeres por la Paz, Gladys Lanza, en declaraciones a la estación Radio Cadena Voces.
“Por eso le exigiremos al presidente Manuel Zelaya que no invite a Ortega, que no permita que ese hombre venga a nuestro país”, señaló. “Con otras organizaciones feministas tenemos una posición definida en torno al asunto”.
Lanza no especificó qué tipo de acciones llevarían a cabo si Ortega llega a Tegucigalpa.
Zelaya invitó hace dos semanas a Ortega y al presidente boliviano Evo Morales al acto en que firmará la adhesión de Honduras a la Alternativa Bolivariana para las Américas, Alba, junto a su colega de Venezuela, Hugo Chávez.
La decisión de Zelaya de sumarse al Alba es criticada por numerosos sectores, entre ellos empresariales y políticos, que respaldan las alianzas tradicionales del país con Estados Unidos.
Los líderes de la iniciativa privada se oponen también a la cercanía de Zelaya con Chávez. Ortega suspendió la semana pasada su viaje a Paraguay para asistir a la toma de protesta del nuevo gobernante de ese país, Fernando Lugo, después de que grupos de mujeres repudiaran su llegada al calificarlo de “violador”.
El escándalo contra Ortega surgió en 1998 cuando su hijastra Zoilamérica Narváez denunció que durante 20 años fue víctima de abusos sexuales presuntamente cometidos por el actual gobernante nicaragüense. La justicia archivó el caso por haber prescrito.
Ortega visitó Honduras unas tres veces en los últimos dos años, pero Lanza dijo que antes no habían rechazado su presencia por falta de beligerancia de las organizaciones feministas.
Ortega no pudo acudir a la investidura del presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, debido a la oposición de las mujeres, incluida una alta funcionaria de la nueva administración de esa nación sudamericana.
Reitera posición
En un programa televisivo noticioso, la dirigente feminista dijo que Mel se había comunicado con ella intercediendo a favor del presidente nicaragüense y ella respondió: “Si Ortega llega a Tegucigalpa, a los actos oficiales de la firma de la Alba, deberá atenerse a las protestas de las mujeres de la organización Visitación Padilla y de otros grupos”.
La diputada Mirna Castro, miembro del Partido Liberal, dijo que estaba de acuerdo con la posición de las mujeres organizadas, argumentando que tenían libertad para realizar protestas contra Ortega. Sin embargo, la posición de Lanza y los grupos de mujeres difiere del criterio de la gerenta de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, Rixi Moncada, que opinó: “Hay que respetar la presunción de inocencia” y luego indicó que “si a Ortega lo eligieron Presidente fue por algo”.
Caso de Zoilamérica en la Corte de Derechos Humanos
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Cidh, ha llegado a la “etapa de fondo” en el análisis de una denuncia de Zoilamérica Narváez, la hijastra del presidente nicaragüense Daniel Ortega, contra el Estado de su país, dijeron ayer fuentes de ese organismo.
El caso fue admitido a trámite en 2001 por la Cidh, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos, OEA, y tiene que ver con que la justicia nicaragüense archivase una denuncia de Narváez contra Ortega, al que acusó de agresiones físicas y psicológicas, incluyendo abusos sexuales, en 1998.
Se encuentra en la etapa de fondo, en la que la Comisión analiza si el Estado nicaragüense violó los derechos de Zoilamérica Narváez o no, dijeron las fuentes.
La abogada de Narváez, Vilma Nuñez, alegó en la denuncia que el Estado nicaragüense violó el derecho de su clienta de ser oída por un juez o tribunal competente.
El caso de Zoilamérica Narvaéz, hija de Rosario Murillo, esposa de Daniel Ortega, ha recobrado interés porque organizaciones feministas de Paraguay y Honduras repudiasen la anunciada presencia del presidente nicaragüense en dichos países en solidaridad con ella.
Dirigentes feministas nicaragüenses indicaron a la prensa de su país que existe un “pacto internacional” de movimientos de mujeres para repudiar a Ortega.
El 5 de junio de 1998, Narváez interpuso una querella ante el Juzgado I de Distrito del Crimen de Managua en la que denunciaba haber sufrido agresiones físicas y psicológicas, incluidos abusos sexuales, de su padrastro Daniel Ortega.